viernes, 26 de octubre de 2012

 

Un día, el burro de un campesino cayó en un pozo. El animal rebuznó por horas mientras el campesino trataba de buscar la forma de ayudarle a salir, decidiendo finalmente que como el burro ya estaba viejo y el pozo necesitaba ser tapado con urgencia, echaría tierra solucionando ambos problemas de una vez.

Con ese fin pidió ayuda a sus vecinos. Cada uno tomó un pala y empezaron a echar tierra al in

terior del pozo. El burro al notar lo que se le venía encima, empezó a rebuznar con más fuerza pero después de un rato se aquietó. La gente ya no no lo veía por que pensaron que habría quedado enterrado; pero lo que realmente sucedía era que el burro estaba ocupado en sacudirse la tierra que le arrojaban.

Al poco tiempo, para sorpresa de todos, empezaron a verse las orejas del asno. Éste al sacarse la tierra que le arrojaban encima, logró elevarse centímetro a centímetro apoyándose sobre la misma. Cuando llegó a la superficie, de un salto salió del pozo, corriendo alegramenete y dejando sorpendidos a sus supuestos enterradores.

MORALEJA:
Como el burro, en algún momento de nuestras vidas podemos tener la sensación de haber caído en un pozo. El secreto para salir de él es buscar la forma de sacudirse la tierra, utilizando lo negativo como apoyo para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es como un escalón. Es posible salir de los más profundos abismos si no nos damos por vencidos, ni frenándonos con nuestros conflictos internos y preocupaciones.

La Luz de nuestro Mashíaj alumbrará nuestra mente, si llevamos cautivos todos nuestros pensamientos a la obediencia de él... muchas brajót

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