viernes, 11 de enero de 2013

El Naufrago




El único sobreviviente de un naufragio se encontraba en una pequeña isla inhabitada. Oraba fervientemente, pidiendo a HaShem que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.

Al cabo de unos días empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse y proteger sus pocas posesiones.

Un día, después de andar buscando comida, regresó y encontró la pequeña choza en llamas. Vio como el humo subía hacia el cielo. Lo peor que había pasado, es quen había perdido todas sus cosas.

Estaba tan confundido y enojado con el Eterno y llorando le decía: -¿Cómo pudiste hacerme esto? 

–Agotado, se quedó dormido sobre la arena.

Temprano en la mañana del siguiente día, el náufrago escuchó sorprendido el sonido de un barco que se acercaba a la isla: venían a rescatarlo. 

Asombrado, preguntó a los tripulantes: -¿Cómo sabían que yo estaba aquí?

Y sus rescatadores le contestaron: 
-Vimos las señales de humo que nos hiciste...


No tengas miedo de nadie, pues yo estaré contigo para protegerte. Yo, Adonai doy mi palabra
Jeremías 1:8

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