Rav. Yaakov Nehmer y la Rebetza Silvia de Nehmer

Líderes de la Congregación Sefardí Beit Yaakov

Servicio de Shabat

Sabado a las 10 de la mañana.

Congregación Beit Yaakov

Los invita a sus actividades semanales.

Al Servicio de HaShem en Beit Yaakov

Hace 36 años que aceptamos a Yeshúa HaMashíaj 18 años como Judío Mesiánico.

Yeshúa HaMashíaj

18 años como Judío Mesiánico Once años al Servicio de HaShem.

jueves, 22 de noviembre de 2012

El Caso de la Fecha Equivocada

Keila y Josué llevan casi 10 años de casados.  Como cualquier pareja, han tenido momentos espinosos durante su matrimonio.  Sin embargo, de todos esos momentos difíciles, si duda el mas amargo ha sido la infidelidad de Keila hace 3 años atrás.  Fue devastador, especialmente para Josué.  No obstante, tras muchas sesiones de consejería matrimonial, Josué decidió perdonar la infidelidad de Keila, y por mutuo acuerdo deciden darse una nueva oportunidad.

Acercándose el mes de diciembre, Keila decide hacer algo especial para su marido: Celebrar su cumpleaños el 25 de diciembre.  Para eso, ella planifica hacer una cena romántica con velas y vino de alta calidad.  El día es perfecto para ello, pues Josué estará fuera de su casa por unas horas realizando algunas diligencias, lo cual dará tiempo suficiente a Keila para preparar la cena.

Finalmente, llegó el día esperado.  Poco después del mediodía, Josué se despide de su esposa y sale a realizar las diligencias planificadas.  Keila, emocionada, comienza los preparativos para sorprender a su marido.  Primero que nada, Keila limpia toda la casa y cambia las cortinas, manteles y alfombras.  Luego cocina la cena que tenía planificada y deja todo preparado para la llegada de su marido.  Por último, se da un baño, se viste con el traje favorito de su esposo, se maquilla y se perfuma.  Una vez termina, da los últimos toques a la mesa de la cena y se sienta a la misma para esperar la llegada de su amado.

Como a eso de las seis de la tarde, Keila escucha el carro de su esposo, y emocionada se acerca a la puerta de entrada.  Cuando su esposo abre la puerta, Keila lo abraza, lo besa, y le susurra al oído:
“Feliz cumpleaños, mi amor.  Estaba deseosa de verte nuevamente”.

Josué estaba petrificado.  No se esperaba algo así.  Keila lo mira a los ojos, esperando alguna respuesta.
De momento, los ojos de Josué comienzan a humedecerse.  Keila se llena de ansiedad, esperando aun una respuesta de su marido.  En ese instante, Josué inclina su rostro y se cubre el mismo con la mano.  Luego remueve su mano del mismo, y con el rostro aun inclinado, le dice lloroso:
“A la verdad no esperaba esto de ti...”

Keila estaba confundida.  Ella no esperaba una reacción así de su marido.  “¿No se supone que esté alegre?”, pensaba.  Luego le dice:
“¿Mi amor, pero que sucede?”

Josué le contesta: “Keila, a la verdad agradezco tu gesto y todo lo que hiciste por mi.  Eres la mujer de mi vida, y a pesar de todo lo ocurrido, aun te amo...pero hoy no es mi cumpleaños.”
El semblante de Keila cambió.  No sabía que decir ni como actuar.  En su corazón había una mezcla de sentimientos que apenas podía manejar: frustración, tristeza, confusión, desilusión y coraje.
Hubo un silencio sepulcral.  De momento, y aun lloroso, Josué le dice:

“Keila, mi cumpleaños ya pasó hace un par de meses.”

Hubo otro lapso de silencio.  Keila estaba sumamente avergonzada por el grave error que había cometido.
Luego de varios segundos y lágrimas mas, Josué limpia su rostro con un pañuelo, mira fijamente a los ojos de Keila, y con un tono de voz firme y serio le pregunta:

“Keila, ¿no era el 25 de diciembre el día de cumpleaños de tu amante?”



El relato que acaban de leer es una historia ficticia.  Puede que muchos piensen que la misma carezca de sentido y lógica.  ¿Cómo es posible que Keila, después de casi 10 años de casados, a estas alturas no sepa la fecha de cumpleaños de su esposo?

Sin embargo, aunque parezca ilógico, lo cierto es que esto está sucediendo cada año en Navidad, cuando millones de creyentes le rinden un homenaje de “cumpleaños” al mesías en una fecha totalmente errónea.  Y no solo eso, si no que la fecha que han escogido para rendir este homenaje al salvador es realmente la fecha en que nacieron decenas de deidades paganas, pero no la de nuestro mesías hebreo Yeshúa (conocido erróneamente como Jesús).  En esencia, como la esposa del Cordero (Revelaciones 19:7-8), millones de creyentes están cometiendo el mismo error que Keila cometió.

Para muchos, esto no parece ser un asunto de gravedad.  Cuando se les confronta con esta realidad, suelen objetar con excusas, como “lo importante no es la fecha, sino la intención con la cual se hace”.  Bueno, por un momento colóquese en el lugar del Maestro.  ¿Cómo se sentiría usted si un amigo suyo—alguien a quien usted ama al punto que daría su vida por esa persona (Juan 15:13-15)—de momento olvida su fecha de cumpleaños?  Decepcionante, ¿verdad?  O peor aun, ¿cómo se sentiría si su pareja—esposo o esposa de muchos años—olvida su cumpleaños y decide celebrarlo en la fecha en que cumplía su pareja anterior?
El 25 de diciembre no es la fecha correcta del nacimiento del mesías.  Con solo hacer una pequeña investigación en el Internet o consultar libros históricos comprobará que lo que le digo es cierto.  Pero lo mas lamentable no es que sea la fecha incorrecta, sino que el 25 de diciembre es la fecha en la cual la mayoría de las religiones paganas orientales rinden homenaje a sus deidades. Un ejemplo de esto, entre muchos, es la celebración del nacimiento (o renacimiento) del Sol Invictus.

El celebrar el “cumpleaños” del mesías en la fecha errónea no debe ser tomado ligeramente.  Aunque la intención sea noble y buena, la realidad es que está incorrecto, pues se están mezclando costumbres y doctrinas paganas con las enseñanzas de la Escritura.  La misma palabra de Yahweh nos advierte en contra de esto:
No te inclinarás a sus poderosos, ni les servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás enteramente sus estatuas.” Éxodo 23:24 (RVR2011)
Y no anden ustedes en las prácticas de la nación que yo echaré de delante de ustedes: porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.” Levítico 20:23 (RVR2011)
La realidad es que Yahweh, en su palabra, ha dado instrucciones específicas sobre como celebrar los sucesos bíblicos importantes.  Para eso el estableció una convocaciones especiales, de las cuales podemos leer en Levítico 23.  No hay necesidad de “reinventar la rueda” si ya el Padre nos comunicó lo que espera de nosotros.  La pregunta es: ¿Seguiremos sus instrucciones, o nuestra propia opinión e interpretación?  ¿Haremos como hizo Jeroboam—el rey que hizo pecar al pueblo de Israel—y rendiremos homenaje al Altísimo a nuestra manera y conveniencia (1 Reyes 12:26-33)? ¿O escogeremos ser obedientes a la palabra del Altísimo?

No cometamos el mismo error de Keila.  Seamos una esposa intachable para nuestro prometido.  Alejémonos del paganismo, y escojamos seguir las instrucciones del Eterno nuestro Padre Celestial.

De: Raíces Hebreas de la Fe

ALABANZA Y ADORACION




La alabanza y la adoración es el camino para entrar a la presencia del Altísimo
Si no reconocemos su grandeza lo cual hacemos a través de la alabanza y no nos humillamos a través de la adoración es muy difícil entra en su presencia pues lo primero que tiene que entender todo nuestro ser es saber ante quien estamos

El es el Soberano Rey del universo el dueño y creador de todo lo que existe y su palabra dice: “Delante de Mí se doblara toda rodilla y toda lengua confesara mi  Nombre” 

La alabanza es la forma de manifestarle nuestro reconocimiento de su grandeza y cuando nos humillamos en adoración le glorificamos con temor y temblor cuando nos postramos ante su presencia le demostramos a nuestro Elohim que nos despojamos de todo orgullo de toda altivez y nos rendimos ante El por esto HaShem desea nuestro corazón porque Él l ve lo más intimo de nuestro ser recordemos cuando nos dice en su palabra “Este pueblo de labios me honra pero su corazón está lejos de mi” ¿podremos engañarlo?

Es también necesario prepararnos para ir a su presencia tener un tiempo que dispongamos específicamente para esto, normalmente andamos corriendo par todo siempre tenemos prisa pero para estar con nuestro Elohim debemos apartarnos de todos los quehaceres de todos los compromisos y hablar con Él reposadamente sin apuro sin estar pendientes del teléfono o de algo que nos interrumpa esos son los momentos más gratos que tendremos con nuestro Padre y podremos oír su voz audible que responde a nuestras inquietudes.

Podemos gastar nuestro tiempo en muchas actividades pero lo que realmente tiene sentido es cuando disponemos ese tiempo para nuestro Padre Eterno, será tanta la satisfacción que tendremos de la llenura de su presencia que lo demás nos parecerá tan pequeño comparado a lo que ha significado su presencia en nosotros 

Muchas veces buscamos ser llenos de su Espíritu  escuchando música o mensajes o deferentes enseñanzas de su palabra y todo esto es bueno y de alguna manera ayuda pero lo que verdaderamente nos llena de su presencia es cuando entramos en esa intimidad con Él y nos cobijamos bajos su Talit.  

viernes, 2 de noviembre de 2012

Comentario de la Parashát Vayerá



La Parashát de Vayerá, nos narra y nos estremece con la última prueba de Abraham Abinu. HaSem le encomienda tomar a su único hijo, al que tanto ha amado y llevarlo a la tierra de Moriá. Allí sacrificarlo como korbán olá (Todo para HaShem), en una de esas montañas que posteriormente le será dicho.

Continúa el pasuk diciendo: "Vayashkem Abraham Baboquer" (se levantó Abraham antes de alba. Bereshit 32-2) y esto nos enseña un secreto muy grande.

Abraham Abinu se fue a dormir esa noche. ¿Cómo pudo dormir, sabiendo que a la mañana siguiente terminaría con su hijo amado y por ende, con el pueblo de Israel?

Cuando nos preocupa algo insignificante muchas veces no dormimos, y si es algo muy importante seguro no podemos conciliar el sueño, mas sin embargo vemos en nuestro Patriarca Abraham, el grado de confianza inaudita que tenía en HaShem, que "sí se fue a dormir", sí logró conciliar el sueño.

Seguramente Abraham pensó:
Primero: si no duermo bien puedo errar en el korbán y hasta hacerlo mal, o sin alegría.

Segundo: si no me duermo, mi creador pude ver falta de confianza en mí. Me tengo que dormir y demostrar que confío en él, y que lo que HaShem hace
"siempre es para Bien".

En mi humilde opinión, la prueba más dura no fue la Akedá misma, ya que no nos cabe duda que Abraham Abinu sí traería a Itzjak como korbán. La verdadera prueba, era la calidad con la que lo iba a hacerlo ("con Simjá-Alegría") y para ello, tenía que dormir esa noche (que no era menos prueba que la Akedá misma).

Esa noche que durmiendo iba a demostrarle a HaShem y a todas las generaciones por venir, que a pesar de la tremenda encomienda, nuestro Patriarca tenía absoluta confianza en HaShem. Y Abraham lo logró, se fue a dormir sin dudas, sin miedo, con alegría y fe ciega en nuestro creador. Por eso dice el pasuk: "Vayashkem Abraham Baboquer".

De todas las 10 pruebas, solo en esta dice la Torah: "Y ahora se que eres temeroso de HaShem" ("Ata Yadati ki yere Elokim Ata"- Bereshit 32-12).

Sobre este pasuk, dice el Midrash Tanjumá (Vayera 22) que nuestro patriarca Abraham se dijo así mismo: "¿Qué voy a hacer? si le digo lo que voy a hacer a Sara, las mujeres tienen pensamientos ligeros en cosas pequeñas, con más razón en cosas grandes. Si sabe, es capaz de matarse a si misma por tanto dolor". Entonces le dijo: "prepara comida y bebida para celebrar". "¿Qué pasa?" dijo Sara. "Mira querida, viejitos como tú y yo, que nos nació un hijo, vale la pena beber y alegrarse". Después le preguntó Abraham a Sara "¿Tu sabes que a los tres años yo reconocí a mi creador? Nuestro joven hijo aun no lo ha hecho. Lo voy a llevar a un lugar lejano, que los educan para que lo haga". Ella respondió: "Ve a la Paz".

Inmediatamente dice: Vayashkem Abraham baboquer. (Se levantó antes que la mañana).

El Rab de Bluyob, durante la segunda guerra mundial, al igual que muchos otros Yehudim, se encontraba prisionero en el campo de concentración de Birkenau. Sabían que a menos que pasara un milagro, les tocaba morir al día siguiente a toda la barraca.

De repente entró una mujer joven por la puerta y se dirigió al Rab. En sus brazos, envuelto en una sábana blanca, llevaba un bebé barón. En su mano, un cuchillo para el Brith Milá, y ella le dijo al Rab: "Por favor, hoy es el día del Brith Milá de mi hijo". El Rab quedó perplejo y le preguntó: "¿Sabes lo que pasará mañana?" Ella respondió "SI. Por eso mismo quiero que por lo menos mi hijo se vaya de este mundo como judío".

El Rab de Bluyob se salvó y formó un shul en Boro Park que hoy en día dirige su hijo, y el siempre decía sobre esta historia: "Ahora sabes HaShem, que tus hijos son temerosos de ti". ("Ata Yadati Ki yere Elokim Ata").

Cuando el Rab Israel Abujatzira (1889-1984), de bendita memoria, viajaba en barco de Marruecos a Israel, justo un viernes en la noche y antes de Kidush, el barco amenazó con irse a la deriva. Las olas crecieron y el capitán y la tripulación sacaron las lanchas para abandonar el barco. Pidieron a todos los pasajeros dirigirse a cubierta, para el desembarco y abandono de la nave. El shamásh del Rab fue por él, y cuál fue su sorpresa cuando él preguntó "¿Ya pusiste la mesa para hacer Kidush?"

Sabía que el Rab no se movería del lugar sin Kidush y puso la mesa y escuchó la bendición, pensando que podría ser la última que escucharía. Al terminar, el Rab le dijo: "Toma lo que sobró de la copa de Kidush y sal a cubierta, arrójala al mar y regresa pronto". ("Ata Yadati ki yere Elokim Ata").

Cuando el vino de la copa cayó al furioso mar, éste se calmó por completo y el peligro terminó.
Esto nos puede servir para saber por qué en el día de nuestro juicio (Rosh Hashaná), leemos esta parte de la parashát (Akedat Itzjak) y esperamos salir de nuestro día atestiguándole a HaShem: "Ahora sabes que somos un pueblo temeroso de ti".

                                                 Rav:
Shimón Alkon